viernes, 6 de febrero de 2009

El Alto

panorámica de La Paz desde El Alto


La Paz es una ciudad espectacular, enclavada en una hondonada que impide su crecimiento, ya que cuando la última casita que penosamente alguien ha construido colgando de la ladera llega a la planicie superior eso deja de ser La Paz y se convierte en El Alto.

La Paz es una urbe de casi un millón de habitantes, pero El Alto es eso y más. Imaginaos una ciudad que nunca se acabara porque no hay nada que la limite. Porque El Alto ya ha superado en población a La Paz. Y sigue creciendo. Y está a más de mil metros por encima de la ciudad de La Paz. Porque quien llega a La Paz desde otros departamentos buscando la ilusión de la capital, de ganar más dinero y vivir mejor, se encuentra que allí ya no tiene sitio. Pero en El Alto si que hay sitio. Sólo tienes que ir hasta el límite de lo edificado, en cualquier dirección, y construir tu casita allí. No te sientas solo y aislado, mañana seguro que ya tienes vecinos.


Dicen que El Alto es peligroso. Yo lo único que he sentido es el caos absoluto. Y mola. Imaginaos una inmensa avenida, tipo la Gran Via, colapsada totalmente por una horda de minibuses que van cada uno a un lugar a cada cual más ignoto que el anterior, todos pitando a la vez, con los voceros gritando por la ventanilla el destino del bus pero sin que ninguno arranque ya que aún no han llenado el cupo de pasajeros, de modo que nadie puede pasar por esa calle. A ello le sumamos que hoy era dia de mercado, lo que hace que los puestos terminen de colapsar lo que quedaba de ciudad. Este mercado ambulante que se monta en El Alto todos los jueves y domingos, es el más grande del mundo. Yo no he sido capaz de abarcar mentalmente el tamaño de este mercado pero, a grosso modo podriamos decir que es algo así como setenta veces "El Rastro" de Madrid. Aquí puedes comprar comida, ropa, cabras, camiones, ordenadores y como nos dijo el taxista que nos llevó: "Si aparcas junto al mercado y al volver te han robado las ruedas, vuelve que seguro que te las venden baratas". Increible.

En El Alto el sol quema de verdad, aunque haga frio. Eso se debe a que estás casi tocando el cielo. 4300 m. aprox. según nos dijeron. Que haya ese despliegue de vida en un sitio tan ignoto es una maravilla de la naturaleza y una prueba de que los humanos somos como las cucarachas y nos adaptamos a cualquier medio. Por lo menos no hay mosquitos


A parte de querer conocer El Alto, nuestro objetivo era encontar el Colegio Menesiano que allí está construido y conocerlo, conocer a los Hermanos y ver por primera vez como es ese sitio del que tanto nos han hablado en el colegio y al que hemos enviado ayuda desde el Grupo Scout. Eso que parecia una utopia lejana (si, es que estamos recaudando fondos/material escolar/ropa para enviarlos a Bolivia...) es real. Y hemos conocido allí a los hermanos que nos han recibido con cariño, nos han dado de comer, nos han enseñado la labor que allí hacen y nos han contado muchas cosas. Ha sido una mañana agradable conversando con esta gente que nos han aceptado automáticamente sin hacer preguntas, solo porque éramos Scouts del Menesiano de Madrid, aunque nos hayamos presentado allí de improviso y nos han hecho sentir como en casa. Muchas gracias.

Tras el caos de El Alto, el bullicio de La Paz parecía menos y nos hemos vuelto a internar en el corazón de la ciudad a seguir desenmascarando sus secretos...

1 comentarios:

Unknown dijo...

ufff... que envidia

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