martes, 17 de febrero de 2009

San Pedro de Atacama

Hemos estado unos 4 días en San Pedro de Atacama, Chile. Allí nos encontramos con Antonia y Fer que vinieron desde Santiago para vernos. Ahora en Chile es época de vacaciones, así que estaba todo bastante lleno de gente de turistas chilenos y extranjeros. Porque San Pedro es zona turística por antonomasia del norte de chile. Pero ¿que tiene San Pedro? Pues el desierto, el puto desierto, ese que te deja continuamente regusto a arena en la garganta, que te reseca la nariz hasta que te sangra y en el que el sol te quema como el infierno. En resumen, el puto desierto.

A priori puede parecer un poco gilipollesco irse al desierto a hacer turismo pero la verdad es que es un sitio bastante bonito y con bastantes cosas que ver. Carlos, Antonia y Fer estuvieron haciendo Sandboarding en las dunas del Valle de la Muerte y todos fuimos a visitar los cañones del Valle de la Luna y vimos el atardecer desde lo alto de la Gran Duna tomándonos una botella de vino. Y en general los paisajes son espectaculares...

Y tuvimos una expedición a los geyseres y las aguas termales, esta vez a otra zona, pero para mi el resultado fue el mismo: terrible dolor de estómago, retortijones y quedarme durmiendo en el bus mientras los demas se bañaban o visitaban lo que habia que ver. Empiezo a pensar en que tengo alergia a los geyseres...

Por lo demás estábamos en un hostal muy majo con un jarín bastante grande, con hamacas y mesitas que lo único a lo que te incitaba es a tomarte unas chelitas (cerveza en chile) y dejar pasar el día, además de que el calor no te dejaba pensar en nada más...

Una de las noches estuvimos en una "fiesta secreta" que era de coña. Por lo visto en el pueblo todo cierra a las 12 de la noche, pero era muy común lo de las fiestas secretas a las que te invitaba alguien y te podías ir para allá. Acabamos en un caserón de las afueras nosotros 5, las dos eslovenas y 5 ò 6 rastas acabaos locales, bebiendo pisco y haciendo el gamba. Una noche divertida. Lo mejor cuando uno de los rastas, intentando hacer a la eslovena rubia, Brigitta, empezó a rimar incoherencias hiphoperas de tercera y la llamó eslovaca y lituana. La cara de la chavala era un poema. Eso sí, le sacó un buen puñado de piscos gratis antes de mandarle a tomar por culo.

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